martes, 29 de abril de 2014

Intervención a víctimas de trata

Por las características del delito de trata, la asistencia a las personas víctimas debe ser concebida como un proceso integral que tenga como etapa de intervención primaria la identificación adecuada de la víctima y la evaluación de sus necesidades; posteriormente debe incluir la provisión de los mecanismos de protección con el fin de lograr su recuperación inicial, lo cual implica su colocación en un albergue seguro y la satisfacción de sus necesidades inmediatas, además de asistencia médica y psicológica. La última etapa de la asistencia consideraría las estrategias para el retorno y la reinserción en la sociedad, como  la construcción de un nuevo proyecto de vida. (Le Goff & Lothar, 2011)

De esta manera, la asistencia tiene como objetivo central, restituir y garantizar los derechos de las personas y permitir que pueda pasar a ser una víctima a ser sobreviviente. Principalmente, los derechos se re­fieren a garantizar a las víctimas de trata: 

• Recibir asistencia, protección y seguridad. 
• Respetar su dignidad y garantizar su privacidad y confidencialidad. 
• Información veráz y comprensible. 
• Atención a la salud física y emocional. 
• Refugio seguro. 
•Asesoría legal, acceso a la justicia y protección durante los procesos judiciales. 
• Acceso a apoyo diplomático y consular. 
• Compensación económica por los daños sufridos.
• Regreso voluntario y seguro a su país de origen o residencia en el país 
de destino.
• Educación, capacitación y empleo.

La asistencia a las personas se ha de hacer con respeto a dichos principios y se ha de brindar protección y asistencia con base en las necesidades de las víctimas de trata, puntuali­zando en los siguientes rubros: 

Orientación e información. Es el tipo de asistencia más brindada, se realiza por medio de una entrevista a la posible víctima con el objeto de reconocer la situación de trata, comentarle de los beneficios del programa de atención a víctimas de trata y de la posibilidad de entrar en él. En principio, la orientación se refiere al reconocimiento de la experiencia de explotación por parte la propia sobreviviente, a la explicación de sus derechos como víctimas de trata, así como de los mecanis­mos disponibles para proporcionarle asistencia de acuerdo a sus necesidades, además de mencionarle las instituciones que podrían intervenir en este proceso.

Albergue. En México, los albergues han sido piezas clave para garantizar la seguridad personal y emocional de las víctimas, así como para brindarles la asistencia que requieren. En este rubro, se reconoce la disponibilidad y colaboración de los albergues. La mayoría de los albergues contemplan en sus protocolos de asistencia un tiempo aproximado de tres meses; sin embargo han extendido este periodo debido a que por lo general las personas requieren más tiempo para alcanzar su recuperación física y emocional, o bien para dar continuidad a los procesos administrativos o judiciales en los que se ven involucradas. Generalmente, además de hospedaje, los albergues proveen asistencia básica como: alimentación, atención médica, terapia psicológica y asesoría jurídica. (Le Goff & Lothar, 2011)

Apoyo psicológico. La asistencia psicológica es trascendental para las personas que han sido afectadas por el delito de trata de personas. El paso por experiencias negativas como el engaño y la violencia en sus diversas mani­festaciones y niveles marcan de manera perdurable la vida de las personas, ocasionando un daño difícil de resarcir, asi como diversos problemas como: sentimientos de culpa, vergüen­za, humillación, de auto rechazo, arrepentimiento, baja autoestima, falta de apetito y tendencias suicidas. 

Las personas encargadas de la intervención psicosocial promoverán el logro de las cinco metas: 

• Protección. La protección incluye brindar seguridad inmediata a través del establecimiento del nivel de riesgo en que se encuentra la persona y las medidas de protección correspondientes.
 
• Reforzar la capacidad para tomar decisiones y resolver problemas. Las personas víctimas de trata han sido privadas de su capacidad de decidir sobre aspectos que las afecta de manera fundamental. Como consecuencia de ello, se ha debilitado su capacidad para enfrentar problemas y tomar decisiones sobre su vida. Por lo tanto, la intervención se dirige al empoderamiento, la recuperación de la estabilidad y el desarrollo de la capacidad para la toma de decisiones (que incluye hacerse consciente del derecho a elegir y de las alternativas existentes, fortalecer la capacidad de cuidarse, aumentar las redes de apoyo, entre otras).
 
• Recuperarse de los efectos negativos. Esta meta está dirigida a reducir los efectos negativos asociados a la experiencia traumática, facilitar el proceso de duelo asociado con las múltiples pérdidas relacionadas a la experiencia vivida y reducir la vergüenza y la culpa asociadas a la experiencia de trata. Se pretende que la persona pase de víctima a sobreviviente de trata.
 
• Prevención de la revictimización. El proceso terapéutico debe contemplar también el fortalecimiento de las habilidades para identificar tempranamente potenciales situaciones de riesgo en el futuro y hacerles frente de maneras constructivas y no violentas.
 
• Apoyo para la construcción de un nuevo proyecto de vida. Este proceso se desarrolla reconociendo que todas las personas han sido afectadas adversamente por la estructura socio-cultural que enseña los usos inapropiados del poder y limita el acceso a los recursos, basándose en el género, la edad, la clase, la etnia, y otras características. La meta última de la intervención psicosocial es incrementar las oportunidades para el fortalecimiento individual y social, de manera que la persona se conciba como sujeto de derechos y los ejerza a plenitud.

Atención médica. Resulta de vital importancia para enmendar las consecuencias en la salud física de las personas sobrevivientes debido a las lesiones y enfermedades sufridas o adquiridas durante la explotación, tales como la fatiga, la mala alimentación, las condiciones anti-higiénicas, los abusos sexua­les o el consumo de sustancias. 

Referencia: Le Goff H. & Lothar T. (2011) La Trata de personas en México: Diagnóstico sobre la asistencia a víctimas, México: Mision 

Organización Internacional para las Migraciones (OIM), (2007). Guía de intervención psicosocial para la asistencia directa con personas víctimas de trata, Perú:Editorial S.A.

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